VICENTE
Conocí a Vicente en 2016. Estábamos en un club, él con unas chicas. ¿Yo?, bueno, ya sabes, con chicos. Nos miramos varias veces, pero no tuvimos la oportunidad de hablar. Demasiadas chicas a su alrededor. Pocos meses después lo volví a ver en la estación de metro. Esta vez hablamos. Intercambiamos números y a partir de ese momento nuestra relación pasó de las charlas y llamadas telefónicas a una especie de "raro romance". Un día, después de un encuentro apasionante del cuarto tipo, no hay necesidad de explicar. ¿Tengo que hacerlo? Mencioné el "factor porno". Sabía que yo producía porno desde que nos dimos los números. - ¿Y qué hay de hacer porno? - Le pregunté. - No puedo hacer..., respondió.