Se negocia por un par de plátanos largos y gruesos en el mercado local. Los turistas están ansiosos por comprar y les gusta meterse con los lugareños. Como estos chicos sexys tomándose un refresco: dos latinos buenorros y un chico rubio guapo que parecen más interesados en jugar con el plátano del otro que en hablar del tiempo y de las atracciones turísticas...