A un negro buenorro se le estropea el coche. Intenta arreglarlo, pero no sabe nada de coches. Otro tío bueno decide echarle una mano. Pone el motor en marcha... El afortunado conductor quiere devolverle el favor así que le invita a su casa para devolvérselo... con su culo. A juzgar por el tamaño de la polla de su invitado, ¡le va a doler un poco! ¡! ¡!