Odio trabajar, odio leer, odio ver la tele pero... ¡me encanta pajearme! Me paso el día haciéndolo. La polla se me pone dura en cuanto tiro la primera descarga por la mañana, así que me quedo más tiempo en la cama y me masturbo una y otra vez. No puedo apartar las manos de mi polla de 9 pulgadas. ¡! ¡!