"¡Ola! Me llamo Paulo y soy de México. Soy un chico deportista que atrae a montones de seguidoras de mi club de fútbol local. No les importa si ganamos o perdemos. Lo único que quieren es verme quitarme la camiseta al final del partido. No saben que no pueden tenerme, porque todos mis músculos y mi gran polla son para que jueguen otros hombres".