Este brasileño heterosexual lo tiene todo: un cuerpo musculoso y seco perfecto, ojos profundos y una gran polla sublime. Aceptó que le grabáramos masturbándose en el chalet donde trabaja. Estaba caliente, se desnudó, descubrió la emoción de exhibirse y empezó a masturbarse. Un verdadero caramelo para la vista... lleno de crema: se corrió en el momento justo y su torso estaba aún más tentador mojado de sudor y semen.